Traducir a mi idioma

sábado, 25 de febrero de 2012

Para crecer distinto hay que mirar distinto

A fines de noviembre de 2011, Jorge Fernandez Rojas (@jfrojas) periodista de MDZonline lanzó un desafío Mendoza donde instaba a pensar y repensar nuestro futuro.

En ese momento, yo todavía era Gerente General de ProMendoza (www.promendoza.com) y me animé a escribir por primera vez en primera persona y libremente lo que hace tiempo profeso donde puedo y dialogo y converso con amigos y familia.

Me pareció importante postearlo en mi blog porque no quiero que se pierda y porque creo que sirve para aclarar algunos comentarios recibidos via twitter sobre mi post anterior.

Si quieren ver la nota en el link original de MDZ acá lo tienen, sino, sigan leyendo más abajo!


La verdad que no es una tarea sencilla pensar la Mendoza que queremos para nosotros y nuestros hijos.

Minería sí o no, como mitigar el flagelo del granizo, hacia donde deberían crecer la ciudades, que actividades económicas apoyar en mayor medida, como mejorar la salud, como hacer para no convertirnos en Europa, pero llegar de alguna manera a un Estado del Bienestar, como hacer más eficientes nuestros impuestos, etc, etc, etc.

Individualmente nadie cuenta con LA solución. Mendoza se ha caracterizado históricamente en no tener mesianismos. Por eso, de manera muy inteligente, se crearon tres formas de gobierno o de gestión de la provincia, que la han diferenciado, cada vez menos y por razones que si las enumeramos nos sacan de foco, de nuestros vecinos regionales. Esto es, un gobierno político con el Gobernador a la cabeza, un Gobierno del Agua a través del Departamento General de Irrigación y un Gobierno de la Educación, a través de la Dirección General de Escuelas.

¿Por qué vuelvo a lo básico? Porque si no conoces de donde partimos, es muy difícil saber con que contamos para llegar a nuestro objetivo. Hoy, es fundamental recuperar la independencia de estos tres factores estratégicos de la Provincia, para poder hablar nuevamente de institucionalidad y creer en el estado como regulador fundamental del sistema político. Caso contrario, no hay confianza y derivamos a un sistema de descreimiento colectivo donde todo, absolutamente todo se pone en duda.

Sin instituciones, no hay políticas públicas posibles, no podemos hablar de minería si no confiamos en el Estado que controlo y regula, no podemos hablar de seguridad sin un sistema en el cual quien delinque pague las consecuencias, no podemos hablar de cultura del agua sin un verdadero respeto por nuestro factor productivo más crítico.

A lo largo de más de 200 años, lo que hoy es Mendoza a enfrentado distintos contextos nacionales e internacionales. En general, los argentinos somos expertos en supervivencia en entornos de crisis. En particular, los mendocinos somos épicos, creativos e innovadores, no debemos tenerle miedo al contexto, aunque si ocuparnos de la coyuntura, pero no estamos hablando del hoy, sino del futuro. Lo que hoy pasa, no puede modificar el norte, no puede interferir con nuestro horizonte de largo plazo, no puede ser el árbol que nos tapa el bosque. El debate serio, dentro del marco de lo institucional, debe ser fijar la meta de la Mendoza del año 2100 o al menos, la Mendoza del año 2050. Donde queremos estar dentro de 40 años, que queremos ser y como hacemos para llegar a esa meta.

No es difícil, creo que hay que definir no más de 5 puntos por área estratégica, darle prioridad a cada uno y a partir de allí buscar las herramientas que me permitan alcanzar los puntos más cercanos posibles a esos objetivos. Claro, hay que tener consenso y revisar los objetivos cada 15 años, para hacer los ajustes pertinentes y no tirar todo cada 5 años.

Para crecer distinto, hay que mirar distinto.

Cuales son los tópicos que trabajaría para la Mendoza del futuro, al menos en los aspectos productivos:

Logística: Mendoza tiene que enfocar en ser la capital logística del Mercosur. Para esto es fundamental no sólo la inmediata concreción del túnel de baja altura, sino un buen sistema de autopistas en forma cruz, desde San Rafael a San Juan y desde la frontera con Chile a San Luis. Esto no sólo hace eficiente el transporte de carga, sino también salva vidas. No hay que tenerle miedo a la palabra peaje. Nos gustan las rutas de Chile, bueno, en esas rutas, se paga peaje.

El camino a la construcción de megas centros de distribución en las afueras del Gran Mendoza, ya sea en el PASIP y en Lujan de Cuyo, con rutas de vinculación, es necesario para eliminar definitivamente el tránsito pesado de los grandes núcleos urbanos a la vez que genera nuevos centros de atracción de empleo y servicios.

Agua: Ya hable de la institucionalidad, sumemos la impermeabilización de canales de riego, obligatoriedad de riego localizado y junto con ello el cobro volumétrico del recurso más escaso, ya sea en uso domiciliario o agrícola es clave para tomar conciencia de lo que significa el agua en Mendoza. Sólo con esto, ya tenemos para los primeros 30 años!

Energía: Apostar fuertemente a la producción de energías limpias, a pequeña y gran escala. Hidroeléctrica, solar, eólica. Mendoza tiene empresas precursoras en estas tecnologías. No es ambicioso, hay que ser creativos. Un sistema que permita la venta al sistema de la energía que se produce por ejemplo en una casa, haría más viable la instalación de generadores hogareños. Insisto, pensemos a futuro.

Valor agregado: Incentivar la radicación y creación de empresas de alto valor agregado, como TIC, industrias culturales y metalmecánica de avanzada no es un sueño, pero tiene que ser una clara política del Estado.

Turismo: Debemos generar una cultura de servicio al turista. El turista es un cliente y tiene que ser bien atendido. La educación orientada al futuro de Mendoza tiene que tener la obligatoriedad del portugués e inglés en todos los establecimientos educativos de la Provincia.

Vida sana: Así como hay ciudades que se definen como Slow Cities, Mendoza tendría que definirse como provincia saludable. La cultura mendocina sobre el cuidado del árbol y la naturaleza debe ser aprovechada como instrumento diferenciador. Mendoza fue pionera en el uso de las ciclovías, hoy la Ciudad de Buenos Aires tiene más kilómetros de ciclovías que Mendoza! El otro gran tema que considero requiere un debate serio en la sociedad, es la Mendoza lodúpata. Muchos somos los que consideramos que los casinos son un verdadero veneno para sociedad, sin embargo, los mismos proliferan por todos los nucleos urbanos de la provincia.

Este es mi humilde aporte a la propuesta, amo mi provincia y quiero que mi familia se desarrolle y crezca en Mendoza, tal vez por eso uno toma la decisión de participar desde algún lugar donde se pueda, en parte, ayudar a modificar la realidad.

2 comentarios:

  1. Te escribí hace algunos días, cuando leí la nota, pero evidentemente el comentario no llegó. Considero muy bueno tu aporte pero ¿cómo se puede participar si el sitema te impide opinar distinto? ¿Cómo participar sino está abierto el ámbito a debate ni se consideran puntos de vista alternativos? Ganas sobran, personas con grandes capacidades y voluntad de servicio también pero...cómo podrían incluirse?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por escribir María. Creo que los cambios los hacen las personas que se animan a opinar más allá de lo que dicte el sistema como vos decís. A veces, no nos animamos a decir lo que pensamos por miedo a represalias del sistema, entendiendo a este como el trabajo, familia, etc. Es cuestión de animarse y obvio, medir y bancarse las consecuencias. Acordate que no hay tibios que pasen a la historia.

      Eliminar