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domingo, 15 de abril de 2012

No sabría que decirles

"Turco, escribite algo sobre los jueves". Así, sin más, lapidario pedido de un amigo como si uno tuviera pluma, o, lo que es peor, como si uno pudiera expresar de alguna manera lo que significan los jueves.


Muy bien la historia de los jueves no tengo claro cuando surgió, creo que fue cerca del 98 o 99 y con seguridad yo no fui el inventor ni mucho menos. En ese entonces ya estaba casado y todos los demás bien solteros. Distinto a hoy que salvo uno, estamos todos casados o han pasado por el matrimonio y los jueves de ahora son muy diferentes a los de hace 13 años.

El aspecto sacro de la juntada de los jueves se lo debemos a Kiki, gran agitador durante años que terminó logrando que institucionalizáramos el tema y adoptáramos al Tute como excusa de madrugadas de fernet y confesiones. En realidad el Tute ya no entusiama tanto como cuando estaba Kiki con nosotros, el tipo se llevó la magia del juego con él, de eso no hay dudas.


Cuando empezamos, para armar la juntada, llamabamos 20 veces por teléfono, al fijo obvio porque no todos teníamos celular y los sms no eran vinculantes. A medida que fue pasando el tiempo, el e-mail se fue metiendo de a poco, aunque mandabas el correo y al final del día rechequeabas con el móvil. Hoy, tecnología mediante, comienzan a llegar mensajes al grupo "Nerón" del Blackberry Messenger al punto que los que tenían Iphone tuvieron que buscarse un BB para no quedar afuera. A nadie se le ocurre mandar un correo, menos aún llamar por teléfono.

En realidad no importa si somos 10 o 4, salvo muy raras ocasiones, todos los jueves hay juntada y el 95% de las veces es con un asado de por medio. Bien simple, carnes varias, vinos, fernet, alguna ensalada con condimentos secretos, un par de cebollas al rescoldo y papas cortadas en lonjas, comiendo alrededor de una tabla, al costado de la parrilla sin importar si hace frío o calor. Salvo que sea en la casa del Ruso, ahí sí, salen ensaladas raras, verduras cocidas, quesos, pasas, almendras, un cordero o cochinillo con 3 o 4 horas de brasa. Está bien, es el costo de estar ausente de Mendoza durante muchos jueves.

El tema está institucionalizado en la mayoría de las familias, ya todas tienen claro que los jueves hay juntada, no importa donde, no importa cuantos. Sabemos que nos hace falta esta reunión, ahí nos escuchamos, salen resueltos los problemas personales y familiares, los consejos sobre inversiones, trabajos, se habla de política, economía, se sueña con el futuro y se repiten infinita y caprichosamente, las historias vividas desde que nos conocemos hace 25 años.


Imposible escribir sobre los jueves, transmitir lo importante, lo esencial y gratificante de ver a los mismos amigos siempre, que te escuchan, entienden y aguantan sin condiciones, sin restricciones, no sé, salvo gracias, no sabría que decirles.

Nos vemos el próximo jueves.